Chinchillas: ¿en solitario o en grupo? (1)

En la mayoría de libros sobre chinchillas, podremos constatar que las chinchillas son felices en grupo: "todo es mejor estando juntas" En una misma jaula podemos mantener a varios machos, a varias hembras y a un macho con varias hembras (así como una pareja, ya sea del mismo sexo o no). No obstante esta entrada no va a tratar sobre tener un grupo de chinchillas. Si no de tener a una sola en una jaula.

La experiencia me dice que una chinchilla que viva sola en una jaula no tiene por qué ser infeliz. Lo mejor es adquirir el ejemplar lo más joven posible, pues así será más fácil establecer un estrecho vínculo entre el dueño y su nuevo amigo. Desde el primer momento deberemos tener en cuenta que que viva sola no es sinónimo de tener una jaula pequeña. Lo contrario. Toda chinchilla será feliz en un lugar donde pueda desplazarse tanto a lo ancho como a lo alto. Las chinchillas adoran saltar, por ello lo ideal es una jaula con varios pisos. 

Nuestra chinchilla necesitará pasar mucho tiempo con nosotros, para ello lo primero es conseguir una buena adaptación. Es común que no todas las chinchillas se dejen coger gustosas por sus dueños, sin embargo, toda chinchilla bien domesticada adorará que su dueño la acaricie. Deberemos comenzar por ahí. Acariciando mucho a nuestro animalito. Si observamos un grupo de chinchillas podremos ver fácilmente como se aprietan unas contra otras para dormir, como se quitan la comida las unas a las otras para comprobar si está rico lo que su compañera come y como se bañan juntas en la arena. Por ello para que este vínculo sea fuerte, nuestra chinchilla debe percibirnos como a un compañero de juegos, como a un miembro más de su familia.

Aconsejo que saquemos a pasear a nuestra chinchilla al menos dos horas todos los días, y a ser posible en una habitación donde nosotros estemos también. Debemos jugar con ellas, animándolas con golosinas para que siga nuestra mano, y así enseñarle diversos trucos.

Personalmente mi chinchilla Coco (el cual vive solo) coincidió en el hogar con un cachorro de perro de raza mediana, que desde el primer momento lo acepto y curiosamente deja que se monte encima suya y le reclama para jugar. Esto es excepcional y por ello siempre tenemos que tener cuidado si dejamos a nuestra chinchilla suelta en un lugar donde haya un perro, ya que por muy bien que se lleven puede ser peligroso. Dicha chinchilla también a tenido la oportunidad de "toparse" con mis otras chinchillas. Siempre a sido la chinchilla solitaria la que las a repelido. 

Nuestra chinchilla será cada vez más mansa y se pondrá loca de contenta cuando note que nos acercamos a su jaula. Es entonces cuando le daremos ramas y maderas para que las roa, cuando le daremos caricias bajo la cabeza y cuando le hablaremos dulcemente. Otra cosa que podemos hacer con nuestro roedor es pasearnos por nuestro hogar con el sobre nuestros hombros. Así parte de su paseo lo hará directamente con nosotros. Cabe destacar que las ventanas han de estar cerradas, ya que si por cualquier razón la chinchilla salta podría escapar. Por mucho que nuestra chinchilla se alegre de vernos esta no es un perro y no volverá a nosotros cuando la llamemos por su nombre, más aún si hay un nuevo lugar para que nuestra mascota investigue.

Cuanto más tiempo pasemos con la chinchilla, más mansa será esta. Así estará más cómoda entre nuestra manos e incluso puede que se quede dormida:

Los dos adjetivos que mejor describen a las chinchillas son glotonas y curiosas. Si podemos proporcionarles muchos escondrijos, donde además puedan encontrar algo para comer se volverán locas de contentas. No debe faltar en la jaula de nuestro amigo muchas ramitas para roer.

En definitiva, debemos ser pacientes, y sobre todo muy "amables", hablarle con dulzura y respetar su horario.